Los empresarios adelantaron que la caída de las exportaciones ($us 630 millones de enero a abril) provocará despidos en el sector, porque las fábricas deberán reducir sus costos para ser competitivos. En este sentido exigen al Gobierno tomar medidas urgentes para frenar esta situación. Pablo Antelo, presidente del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), dijo que al ser EEUU el principal comprador de productos forestales y el que origina la crisis es probable que disminuyan las ventas, lo que va a generar la pérdida de empleos. “Se teme hasta el cierre de empresas forestales porque el mercado nacional es pequeño, por ello se vende a más de 50 países”, afirmó. Ramiro Monje, presidente de la Cámara de Exportadores de Santa?Cruz, reveló que la industria aceitera trabaja con un 65% de su capacidad instalada y existe la posibilidad de que pare para reducir costos. Asimismo, destacó que los volúmenes de exportación disminuyeron en un 20%, lo que es un problema porque se reduce la cantidad y el ingreso. A su vez, Marcos Nakada, gerente de Mitsuba, señaló que al perder el mercado de EEUU se vieron obligados a redireccionar su negocio y están trabajando para el mercado local. “La verdad es que no es fácil conseguir mercado de exportación porque demanda mucho dinero y tiempo. Sin embargo, no despedimos al personal”, explicó. Entre los productos más afectados por la crisis internacional está el gas, cuyas ventas bajaron un 46%. Al respecto, fuentes del sector petrolero indicaron que se vive un periodo económico muy sensible, porque el precio del petróleo se elevó al máximo para caer de la misma forma. Señalaron que la tendencia es volver a periodos anteriores cuando estaba en $us 4 y 5 el millón de BTU, porque se alcanzó hasta $us 7 y 8. Sobre el efecto en los empleos, afirmaron que en Bolivia se vive una fase de recuperación luego de que disminuyó la actividad petrolera y la estructura no puede reducirse más. “Al contrario, Bolivia debe aumentar su capacidad de transporte y producción”, explicaron. Para Gary Rodríguez, gerente del IBCE, desde el punto de vista de las empresas hay graves problemas porque los empleos son el rostro social de las exportaciones, pero el primer impacto se sentirá en las regalías y coparticipación. En tanto que un análisis del Centro Boliviano de Economía, dependiente de la Cainco, identifica que las exportaciones de productos no tradicionales se contrajeron un 33%. Entre las afectadas se encuentran la soya y derivados, girasol y otros granos, como también productos manufacturados, confirmando las repercusiones de la crisis. Carlos Arze, director del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla), lamentó que no se haya aprovechado el periodo de bonanza económica para aminorar el índice de desempleo. Para revertir esa situación, plantea la urgencia de políticas productivas que ayuden a reorientar la inversión pública hacia sectores de alta generación de empleo. Según el Cedla, la tasa de desempleo abierto en Bolivia llegó a un 10,2% en 2008. En criterio del ministro de Economía y Finanzas Públicas, Luis Arce, 2008 fue un año de cifras récord. “En toda su vida republicana, Bolivia no registró indicadores tan altos como el año pasado, por lo tanto, toda comparación que se realice con cifras de otras gestiones, sean pasadas o actuales, para demostrar que la crisis ya llegó al país, es engañosa”, explicó. Propuestas El alto nivel de Reservas Internacionales Netas puede ayudar a enfrentar la crisis, pero nunca a solucionarla: hay que tratar de impedir que éstas disminuyan, y eso sólo se logra exportando más. El Estado no puede pretender ser el único actor o el más privilegiado; el sector privado es gravitante, siendo el mayor generador de empleo sostenible. Ahora más que nunca, de cara a la crisis, se precisa un marco normativo que dé garantías jurídicas e incentivos para la inversión y la generación de empleo. Todos los países están tratando de no perder empleos. Sin mercados asegurados no habrá inversiones, producción, empleos ni desarrollo. Es preciso consolidar mercados externos como el de la Unión Europea (para lo que Bolivia debe negociar el Acuerdo de Asociación); recuperar el mercado más grande del mundo a través de la Ley Atpdea con EEUU y cuidar las relaciones con la CAN. Hay que rescatar el mercado interno del contrabando, de la competencia informal, ilegal y desleal. No hay que “encandilarse” con el rentismo, mucho más cuando Brasil hoy tiene gas en demasía y alternativas de abastecimiento. Prevén 239 millones de desocupados La Organización Internacional del Trabajo (OIT) advirtió ayer de que el deterioro del mercado laboral global será este año mayor de lo esperado y que a finales de 2009 puede haber hasta 239 millones de desempleados en el mundo. Así lo indicó el director general de la OIT, Juan Somavia, al presentar unas previsiones actualizadas de desempleo basadas en las últimas y más pesimistas cifras de reducción del crecimiento económico difundidas por el FMI. “Si marzo dimos unas previsiones de aumento del desempleo global de entre 24 y 52 millones de personas, comparado con 2007, hoy podemos decir que el aumento será de entre 39 y 59 millones”, indicó Somavia en una conferencia de prensa. Éstos son los dos escenarios previstos por la organización -el más optimista y el más pesimista- pero Somavia señaló que espera que la realidad se sitúe “más o menos entre los dos”. Según esta actualización, Somavia dijo que en 2009 se espera que haya un total de 220 a 239 millones de trabajadores en paro en el mundo, “en un año en que el FMI prevé un PIB global negativo”. Estas cifras corresponden, respectivamente, a tasas de desempleo globales del 6,5 y del 7,4%. “Somos testigos de un aumento sin precedentes del número de desempleados”, señaló el funcionario. El aumento real del desempleo dependerá en gran medida de la eficacia de las medidas presupuestarias y fiscales de los gobiernos./EFE Para mayor información haga click aquí