María Mena

SEGÚN UNA INVESTIGACIÓN DEL SECTOR EN LOS ÚLTIMOS SIETE AÑOS

La evasión llega a 100 millones de dólares y la elusión tributaria a 250 millones de dólares, de acuerdo con el estudio del experto en minería Héctor Córdova.

En los últimos siete años, de 2007 a 2014, se calcula una evasión del pago de regalías por la explotación de oro de 100 millones de dólares y una elusión   (evasión de tributos por maniobras  permitidas por la misma ley o por  vacíos en  ésta) de 250 millones de dólares.

Las cifras fueron reveladas ayer por el especialista en minería y expresidente de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol), Héctor Córdova, en el seminario internacional “Situación de la explotación de oro en la región sudamericana”, organizado por el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agropecuario (CEDLA).

Explicó que en los últimos tres años, de una producción de 6,5 toneladas anuales se aumentó bruscamente a 27 toneladas, se bajó a 18 toneladas y se volvió a subir a más de 40 toneladas. Las regalías e impuestos no tienen relación con esos volúmenes.

La aurífera  Inti Raymi, en el mejor de sus momentos, declaró una producción anual de 10 toneladas, en un yacimiento difícilmente considerado marginal.

Por lo tanto, según Cordova, no se puede creer que una producción de 20 o 30 toneladas provengan de áreas marginales.

“La lógica indica que no; por lo tanto, en este primer escenario estaríamos hablando de una elusión del orden de los 250 millones de dólares y una evasión del orden de los 100 millones de dólares. Son 350 millones de dólares menos para la gestión de municipios y gobernaciones”, anotó. La elusión es la utilización de medios legales para reducir el pago de tributos.

Esta estimación sería adecuada si los yacimientos fueran marginales y pequeños, pero si los operadores son empresas con el rótulo de cooperativas, la elusión es mayor.

Explicó que el costo de producción de este tipo de oro es de alrededor del 20% del valor bruto, por lo que la utilidad está por el 80% del valor del metal.

“Estimando  1.000 millones de dólares anuales de producción, la utilidad anual sería de 800 millones de dólares, sobre los cuales  se debería pagar un impuesto de 300 millones de dólares. Por tanto, la elusión en el quinquenio bordearía los 1.500 millones de dólares”, aseguró.

Para Córdova, el crecimiento de las cooperativas y  la producción se debe a la evolución del precio internacional del oro a partir de 2001. En 2006 alcanzó precios superiores a los 500 dólares por onza troy.

“Miles de personas fueron tentadas por la facilidad de obtener grandes utilidades con pequeñas inversiones y sin grandes esfuerzos”, dijo Córdova.

Reexportación de oro peruano

El expresidente de la Comibol analiza otro escenario para explicar cómo el país pudo haber registrado una producción de 20 y 35 toneladas de oro. Esto es bajo el supuesto de que el metal provenga de Perú.

El país vecino asumió políticas para formalizar la minería, lo que propició  el ingreso de oro, vía contrabando, a Bolivia, para que sea exportado a  Estados Unidos y otros países.

En su criterio, es probable que haya contrabando hacia el país, pero las cifras “muestran que sería de pequeña proporción y que no explicaría el aumento de la producción boliviana”.

El investigador Neyer Nogales    reveló que en Perú hubo una  caída de la extracción en los últimos años en  las grandes empresas, pero se desconoce a dónde fue el metal no registrado o reportado oficialmente.

“De allí surgen las inquietudes de que una parte importante sería de  contrabando de Perú, que aprovechó el cambio de legislación boliviana, que reduce  para ellos (Perú) el pago de regalías. La interrogante es hasta qué punto se puede justificar la producción de oro tomando en cuenta estos antecedentes”, sustentó Nogales.

Las  inversiones

Maquinaria En la cuenca Tipuani-Mapiri, en el norte de La Paz, en tres municipios de amplia tradición en la explotación de oro, se evidenció que ahora  emplean maquinaria pesada y tienen más acceso a capital. Fácilmente invierten más de un millón de dólares en equipos y maquinaria, que   valen 200 mil, 300 mil dólares y hasta un millón de dólares, explicó el investigador Neyer Nogales.

Exportación El investigador del CEDLA, Pablo Poveda, afirmó que  sólo entre el 1% y 2% de la producción se queda en el país y el resto se comercializa en el exterior. Los bolivianos no acostumbran a emplear o comprar oro debido a los precios elevados. Prefieren reemplazarlo con otros minerales, como la plata. Cayó  la manufactura de oro, explicó.

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