La Jornada • Las reservas bolivianas de hidrocarburos están en manos de las transnacionales

Jornada, 26 de noviembre de 2011.- Las empresas transnacionales que operan en Bolivia tienen el control mayoritario y casi excluyente de las reservas de gas y petróleo en el centro de Sudamérica, según establece una investigación del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA).
El informe, publicado en el tercer número de “Cuadernos de Coyuntura” de la Plataforma Energética, sostiene que en el tema de las reservas de gas y petróleo, hay un claro predominio transnacional, tal como se deriva de la última certificación publicada en detalle por YPFB en 2005 y proyectada hasta el año 2009.

Así, “las empresas Petrobras, Repsol y Total E&P controlaban en 2005 el 83,4% de las reservas de gas natural y petróleo, expresadas en términos energéticos; esta participación se incrementó para el año 2009, llegando al 85,2% del total de reservas”.

Frente a esta preeminencia transnacional, la participación estatal era mínima, según la información oficial. “El control de las reservas por parte de YPFB, a través de las subsidiarias Andina y Chaco, era de sólo el 12% en 2005 y disminuyó al 11% en 2009″, señala el informe del CEDLA.

Algo similar ocurre con la producción de gas y petróleo. En cifras redondas, el 80% de la producción hidrocarburífera boliviana estaba en manos de las operadoras extranjeras, mientras que el Estado sólo participa en la producción del restante 20% mediante las empresas Andina y Chaco, en asociación con empresas extranjeras”, agrega la investigación.

Consecuencias del dominio transnacional

En el análisis del CEDLA, este dominio transnacional sobre la producción y las reservas de los hidrocarburos de Bolivia tendría serias e importantes implicaciones en la actual política gubernamental, como la asumida en el pasado reciente con el denominado “gasolinazo”.

“Al no tener el control real del sector hidrocarburífero y mantener una presencia estatal secundaria a través de YPFB, el gobierno nacional optó —señala el estudio— por ofrecer mejores condiciones a las transnacionales para intentar superar por esta vía los grandes problemas del sector como la caída en la producción de líquidos y el virtual estancamiento en la producción de gas”.

Caída en la producción y gasolinazo

Según el estudio, la escasez relativa de combustibles para el consumo interno puede tener diversas causas. Entre las más importantes están el alza extraordinaria de la demanda, la declinación física de los reservorios petroleros, la ausencia de inversiones, la elevada ineficiencia en el uso de la energía y la expansión de actividades especulativas.

En este escenario el Gobierno, enfrentado a la obligación de proveer de energéticos a la economía nacional, optó por utilizar las conocidas recetas de anteriores gobiernos de traspasar los costos a la población para recuperar el equilibrio.

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