Hidrocarburos Bolivia • Gobierno dice que evitará más apagones

El sector eléctrico del país requiere invertir unos 2.524 millones de dólares en la próxima década, a un ritmo de 250 millones de dólares, para satisfacer la demanda, indicó hace poco un especialista.

Este monto incluye los 100 millones de dólares de la primera fase de Misicuni y los 90 millones de las cuatro turbinas de la termoeléctrica de Entre Ríos, proyectos que están en fase final, explicó el investigador Enrique Gómez durante un seminario del Cedla.

Los nuevos proyectos, que aportarán energía a partir del 2011, requieren una inversión de 2.342 millones de dólares e incrementarán la oferta en 983, lo que permitiría duplicar la oferta actual del país que bordea los 1.000 MW.

Las turbinas de Entre Ríos, que entrarán en funcionamiento a partir del próximo mes aportarán 102 MW, y el ciclo combinado de Guaracachi dará otros 82 MW desde mayo, dijo Nelson Caballero, director de la reguladora Autoridad de Electricidad (AE).

La autoridad admitió que actualmente el margen de reserva, entre la oferta y la demanda de electricidad, está en un equilibrio crítico de 10% “que es la mínima necesaria para mantener un nivel de calidad y confiabilidad”.

El nuevo proyecto de Guaracachi y la térmica de Entre Ríos incrementarán el margen de reserva hasta más del 20%, con lo que se alejará cualquier posibilidad de racionamiento como el ocurrido el lunes en Santa Cruz.

Ese día, la cooperativa de electricidad de Santa Cruz, CRE recibió la instrucción del Comité Nacional de Despacho de Carga (CNDC) de realizar un racionamiento escalonado de energía, debido a un déficit de 10 MW en la oferta, por problemas técnicos en un generador de Guaracachi y el mantenimiento a la línea de transmisión Santa Cruz – Cochabamba.

Caballero dijo que lo ocurrido en Santa Cruz fue algo fortuito y aseguró que “no hay mayor drama, el sistema integrado tiene garantizado el abastecimiento”.

TDE instala nueva torre en Yapacaní

Una de las líneas de transmisión de Carrasco a Guaracachi, estuvo fuera de servicio debido a la instalación de una torre de 84 metros de alto para cruzar el río Yapacaní.

La Transportadora de Electricidad (TDE), que opera esta línea, destacó que es la torre de transmisión más alta del país, con lo que evitará que “sea afectada por crecidas o desbordes que dañen sus estructuras”.

La estructura, equivalente a un edificio de 30 pisos, utilizó 22 toneladas de perfiles de acero; se sustenta en pilotos de hormigón de 23 metros de profundidad y distante a 120 metros del río, explicó el gerente de Mercado y Operaciones de TDE, Germán Rocha.

El montaje duró 11 días y se emplearon 74 personas. “El trabajo incluyó la instalación de nuevos conductores especiales que conectan con la estructura al otro lado del río a 978 metros de largo”. Ayer a las 10.25 la línea de transmisión volvió a operar.

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