FMBolivia•Déficit y baja producción ganadera y agrícola, impactos de corto plazo

Un déficit fiscal mayor para la presente gestión, así como los efectos negativos en la producción ganadera y agrícola serán los primeros escenarios que se verán a corto plazo en la zona de la Chiquitania por los incendios registrados, y que aún persisten, reflexionó el analista económico, José Gabriel Espinoza.

 
 
 

El Producto Interno Bruto (PIB) también sentirá los efectos de los incendios en la Chiquitania, pero como no se toma en cuenta los impactos ambientales, la cifra no reflejará la afectación de la zona.

Pastizales

Los reportes señalan que el incendio afectó a más de 2 millones de hectáreas, sin embargo, las autoridades minimizan la afectación a las zonas boscosas, pero la Fundación Amigos de la Naturaleza (FAN) indica que 8 áreas protegidas fueron alcanzadas por el fuego.

Espinoza dijo que la zona en donde se registró el incendio ya era ganadera, pero la quema de pastizales afectará a la alimentación de los animales y, por consiguiente, a la producción de carne bajará.

Además, alerta que impactó al medioambiente, flora y fauna, así como al agua, ya que esta está contaminada, por lo tanto, el ganado así como las zonas agrícolas no podrán consumirla hasta que mejore la calidad de la misma.

Por ello, sostuvo que el impacto económico será de corto plazo con la caída de la producción agrícola y ganadera, pero el mayor, de mediano y largo plazo, se observará cuando se cuantifique la magnitud del incendio.

Explicó que en el caso del agua, no solo era utilizada en la región sino que también en otras zonas y, por ello, que también sentirán los efectos de la quema de la Chiquitania.

A eso hay que sumar mayor inversión en salud, debido a los efectos de la humareda en la población, con problemas respiratorios así como de la vista.

PIB

Dijo que no incluir los impactos negativos al medioambiente en el PIB perpetúa las prácticas nocivas en el país, en especial en el oriente boliviano. Señaló que el presidente Evo Morales dijo en una conferencia de prensa que la quema hay que permitir, ya que es su forma de vida.

Para Espinoza, evidentemente es su forma de vida, pero en el altiplano se puede manejar, pero en el oriente la situación es más complicada, y por ello sugiere que las autoridades nacionales deben trabajar para implementar otras formas de producir.

Lamentó que el Gobierno potencie el modelo de desarrollo agrícola de Santa Cruz a un costo alto, degradando el suelo y afectando al medioambiente, con la deforestación y la ampliación de la frontera agrícola así como de la ganadera.

Por último dijo que el déficit fiscal aumentará, si solo se toma en cuenta el costo del alquiler del Supertanker, que asciende entre 10 a 12 millones de dólares, más los traslados del presidente Morales, todos los días, al lugar de los hechos, así como de los bomberos y personal de apoyo, la cifra se incrementará.

Cepal

Un análisis de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), en el foro Corea-Chile sobre adaptación al cambio climático, señala que el 20 por ciento de emisiones de gases de efecto invernadero de ALC provienen del cambio de uso de suelo, resultado del acelerado proceso de deforestación.

Entre 1990-2016, ALC perdió 59 millones de hectáreas, y la cifra se incrementará una vez se cuantifique la pérdidas en la Amazonia y en la Chiquitania.

Frontera agrícola

Mientras tanto, Enrique Ormachea Saavedra, investigador del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla), en su artículo de opinión, publicado en el brújula digital, señala que el desastre ecológico que afecta a la Chiquitania es consecuencia de un modelo de desarrollo agrícola, que alienta la expansión de la superficie cultivada en vez de la productividad de la tierra como medio para incrementar la producción agrícola.

La caída de los precios de los hidrocarburos en el mercado mundial y la deficiente gestión gubernamental de dicho sector “que mermó los ingresos fiscales por concepto de las exportaciones de gas” llevó al Gobierno del MAS a poner los ojos en el incremento de la producción agropecuaria por la vía de la ampliación de la frontera agrícola, aliándose para ello con los poderosos gremios agroindustriales del oriente del país.

Esa alianza, lograda con el beneplácito de las organizaciones campesinas cooptadas por el MAS permitió que la agenda desarrollada desde 2006 por el sector agroempresarial fuera progresivamente adoptada como política pública por el gobierno de Evo Morales.

Hacia 2013, bajo el argumento vicepresidencial de que “Bolivia tiene que ser una zona que produzca alimentos para el mundo” (el nuevo oro demandado por el mercado mundial, en sus palabras), el Gobierno se planteó la meta de lograr, hasta 2025, 13 millones de hectáreas cultivadas y una producción agrícola de 45 millones de toneladas métricas.

Los incendios en la Amazonia en Bolivia es un grave delito contra la naturaleza, fueron premeditados por Evo Morales para ampliar cultivos de coca ilegal, realizar colonizaciones políticas y beneficiar a empresarios del régimen, según el Twitter de Carlos Sánchez Berzaín.

Hace 17 años, el “Plan de Conservación y Desarrollo Sostenible para el Bosque Seco Chiquitano, Cerrado y Pantanal”, editado por la Fundación Amigos de la Naturaleza, advertía que el impacto de una masiva colonización hacia el territorio del Bosque Seco Chiquitano que no tenga un conocimiento en el manejo sostenible de recursos naturales podría tener un impacto fatal, más aún en condiciones de sequía y altas temperaturas, señala Ormachea.

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