Página Siete • “El progresismo en la región llegó a su límite y no se ha tocado al capitalismo” • 12/09/2016

Los investigadores afirman que los gobiernos progresistas no aprovecharon los altos precios de las materias primas durante la llamada “década dorada” y ahora se enfrentan a la incertidumbre.

Los gobiernos catalogados como “progresistas” en la región llegaron al límite y el capitalismo goza de buena salud como hace una década. Decio Machaco y Raúl Zibechi le toman el pulso a los procesos de Bolivia, Venezuela, Argentina, Brasil, Ecuador y otros países en el libro Cambiar el mundo desde arriba: los límites del progresismo, que fue presentado el viernes en la Feria del Libro.

En entrevista con Página Siete, el sociólogo y periodista Machado afirma que “lo que encontramos ahora es un momento de crisis de este ciclo progresista”, que se está visualizando con hechos como el cambio de gobierno en Argentina y la destitución de Dilma Rousseff en Brasil.

El escritor y pensador Zibechi tiene un diagnóstico casi terminal: “Lo que vivimos fue una década muy extraña, en la cual gracias a los altos precios de las exportaciones se pudo mejorar los ingresos de los sectores populares, mucha gente salió de la pobreza gracias a políticas sociales y eso se hizo sin tocar al 1% o al 10% más rico, entonces era como una utopía, como una magia que le llamaban así, la ‘magia lulista’, darle más a los pobres sin tocar a los ricos, incluso ahí hay un problema, no se aprovechó este tiempo para hacer reformas”.

El “ciclo progresista” que comenzó en 2003 y perduró hasta 2013 fue decayendo por la caída de los precios de las materias primas. La “década dorada” está llegando a su final, resalta el texto que fue publicado por el CEDLA (Centro de Estudios para el Desarollo Laboral y Agrario).

¿El talón de Aquiles del progresismo fue la caída de precios de las materias primas?
Machado responde que “hay un acumulado de errores en las gestiones de los gobiernos progresistas y culmina efectivamente con la caída de precios de los commodities (materias primas)” y observa un “distanciamiento” de los movimientos sociales que llevaron al poder a los gobiernos de turno.

“Estos gobiernos han dividido a los movimientos sociales, en algunos casos se ha criminalizado la protesta social sobre dirigentes que anteriormente lucharon contra el neoliberalismo y hoy también son enemigos de estos gobiernos”, reflexiona.

Zibechi explica la crisis a su modo: “Si eres una familia pobre y te sacas la lotería puedes hacer dos cosas, para poner un ejemplo, puedes invitarte a todo el barrio a una gran comida, puedes traer alcohol, y puedes hacerte viajes a Miami. También puedes decir tengo este dinero y construyes una casa, le pago a mis hijos con ese dinero los primeros años de una educación, pero si te lo gastaste todo en cosas no fundamentales se te acaba el dinero y estás en la misma situación (de antes)”.

Esto es lo que pasó con los gobiernos progresistas de la región. “Es un poco exagerado lo que acabo de decir, pero básicamente se ha terminado el ciclo de riqueza y sí se ha puesto un teleférico, se han mejorado carreteras, pero los problemas de fondo siguen existiendo y ése es el problema que nosotros vemos. Se ha perdido una lotería”, afirma.

¿El progresismo llegó a su umbral o es que la izquierda todavía puede reinventarse?
Decio Machado dice que sí. “El progresismo llegó a su límite. Cuando digo que llegó a su límite, personalmente considero que estamos en un cambio de ciclo (…), hay diferentes gobiernos de corte progresista que no están amenazados electoralmente, esos gobiernos han cambiado el tipo de política que estaban haciendo y en ese sentido son gobiernos que están en la lógica de una tendencia hacia el conservadurismo, son gobiernos que se han vuelto más conservadores, a pesar de que puedan seguir gobernando el partido que de alguna forma se proclamó como progresista”.

“El ajuste comenzó con Dilma en el Brasil y la crisis comenzó en Argentina con Cristina, se profundizó luego y hay un tema por el que no pueden volver atrás, es la corrupción”, define Raúl Zibechi. “Hoy en día la corrupción, la corrupción no es un ángel que viene y te corrompe. La corrupción ha terminado por instalarlos en un lugar muy cómodo, muy burgués, se han convertido en nuevos burgueses y además se deslegitimaron ante la gente que los apoyó, y esa deslegitimación y esa comodidad en la que están explican en buena medida el hecho de que sean gobiernos conservadores, tienen más miedo a la movilización popular que a la derecha”, define del periodista.

¿Entonces los discursos de “socialismo”, “progresismo”, “proceso de cambio” y otros fueron parte de una estrategia comunicacional para atraer al pueblo o realmente hubo cambios?
En el caso de Bolivia, el vicepresidente Álvaro García Linera reinvidica el marxismo, pero sus acciones no parecen acompañar la prédica. Machado cita un ejemplo para comprender esta contradicción: “El sector financiero privado en la mayoría de nuestros países o sea la banca especulativa ha ganado más plata con estos gobiernos que lo que ganó durante los últimos años del neoliberalismo, entonces esto no es muy marxista por más que se diga”, afirma.

Los sectores más privilegiados de la sociedad no han visto mermadas sus capacidades de renta, porque la base de la economía en la región es el extractivismo, esa es la otra respuesta.

“Lo que hemos tenido es una evolución de una sociedad capitalista en crisis, en la que interviene el Estado y relegitima un sistema capitalista que hoy nos está dejando como herencia. No se ha tocado en ninguno de los pilares fundamentales al capitalismo, no hay ninguna transformación que nos haga salir del capitalismo, no hay hoja de ruta para salir del capitalismo y lo que nos han dicho es que era posible tener un capitalismo bueno o de rostro humano”, ilustra.

Zibechi plantea un contraste entre los gobernantes que ensalzan el socialismo con los padres de esta corriente. “Las diversas corrientes revolucionarias en la historia moderna (marxistas, anarquistas, socialdemócratas) siempre primó la austeridad, uno puede mirar a Marx, Lenin, Mao y Trotsky, ellos eran austeros. La austeridad era un rasgo distintivo de las personas que se lanzaban y eso se perdió”.

“Se perdió la austeridad, por eso (Pepe) Mujica ha tenido cierta importancia porque contrastado con otros todavía mantiene rasgos de austeridad, entonces ese es un mensaje muy malo para los sectores populares”, indica.

No obstante, el desgaste de la izquierda en la región abre la puerta para regreso de la derecha a la administración del poder.

Zibechi considera que un gobierno de derecha mantendrá los bonos y las políticas sociales, pero lo que le preocupa es que se abre un periodo “de gran movilización social de tendencia al caos o mejor dicho de inestabilidad”. “Si uno mira hoy Argentina y Brasil, que son los dos gobiernos que han cambiado de signo, hay una tendencia creciente hacia la inestabilidad, también la hay en Venezuela, también la hay en Bolivia y también en Ecuador, o sea no es solo porque esté la derecha, en general es la crisis en estos nuevos gobiernos. Uno tiende a pensar que no habrá estabilidad y sobre todo lo que predomina ante los sectores sociales es una enorme confusión, porque el discurso de unos no corresponde a la realidad, el discurso de los otros tampoco corresponde a la realidad”, afirma el investigador.

Ahora ¿por qué los sectores sociales que llevaron a los gobiernos al poder? Machado afirma que estas organizaciones fueron divididas por los mismos gobierno. “Se han dividido las direcciones, se han cooptado direcciones de las organizaciones sociales”, dice.

“Hubo un distanciamiento con el tejido organizativo de la sociedad con respecto a estos gobiernos que se han convertido en castas y élites políticas”.
En consecuencia, las organizaciones no forman parte de las instancias decisorias de los gobiernos y el discurso de que “el pueblo está gobernando” no es real y carece de sustento.

Raúl Zibechi
Hoja de vida Nacido el 25 de enero de 1952 en Montevideo, Uruguay, es un escritor y pensador-activista dedicado al trabajo con movimientos sociales en América Latina. Bajo la dictadura militar, iniciada en 1973, fue activista en la resistencia al régimen hasta que en 1975 se trasladó a Buenos Aires (Argentina) para exiliarse en 1976, después del golpe militar en ese país, en Madrid, España, donde estuvo vinculado durante más de diez años al Movimiento Comunista en tareas de alfabetización de campesinos y en el movimiento antimilitarista contra la OTAN. Hacia mediados de la década de 1980 comenzó a publicar artículos en revistas y periódicos de izquierda (Página Abierta, Egin, Liberación) y en medios latinoamericanos (Página /12, Argentina) y Mate amargo (Uruguay). Al regresar a Uruguay, publicó en el semanario Brecha, del cual se convirtió en editor de internacionales y ganó el Premio José Martí de Periodismo por sus análisis del movimiento social.

Decio Machado
Hoja de vida Sociólogo y periodista español y radicado en Ecuador. Director ejecutivo de la ecuatoriana Fundación Alternativas Latinoamericanas de Desarrollo Humano y Estudios Antropológicos (ALDHEA) y miembro fundador del periódico Diagonal y la revista El Hurón, vinculado a los movimientos sociales en España. Desarrolla también labores de investigación en la Pontificia Universidad Católica de Ecuador (PUCE) sobre el impacto multidisciplinar de las inversiones chinas en el país.
Investigador Es además consultor internacional en políticas públicas, análisis estratégico y comunicación. Especialista en políticas públicas, análisis estratégico y comunicación, y en este contexto es colaborador habitual en diversos medios de comunicación en América Latina y Europa. Investigador asociado en Sistemas Integrados de Análisis Socioeconómico.

Más extractivismo
Paliativo Ante la caída de precios de las materias primas, se intensifica el extractivismo, esa es otra de las características de los progresismos.
Hidroeléctricas En Brasil los gobiernos de Lula y Dilma revivieron proyectos de la dictadura como Vello Monte, afirma Zibechi.
El Bala En Bolivia se prevé la explotación de El Bala y el Chepete para la generación de energía eléctrica como alternativa a la caída de precios.
Proyecto Para los investigadores, lo que se necesita es un proyecto de país y no paliativos para aliviar la crisis.
Obras faraónicas Una de las características de los gobiernos progresistas es la edificación de obras faraónicas y megaproyectos, pero no cambian la estructura del Estado.
Denuncias Según los autores otra característica de los gobiernos de izquierda es la denuncia continua de conspiraciones dirigidas por el “imperio”.

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