Yacimientos, después de Villegas

LA PETROLERA ESTATAL AFRONTA HOY LOS MISMOS RETOS QUE PREOCUPABAN A SU EXTINTO PRESIDENTE

Urge explorar para certificar más reservas, pero el problema es la baja internacional del petróleo.

domingo, 08 de febrero de 2015

 Inversión  / La Paz

Acaba de ser posesionado el nuevo presidente interino de YPFB, Guillermo Achá. ¿Cuáles son los retos que afronta? Los mismos que preocupaban al extinto titular de la petrolera estatal, Carlos Villegas, quien falleció en Santiago el pasado 24 de enero.

¿Cuáles son esos desafíos? El primordial tiene relación con la necesidad de localizar nuevas reservas o, en el argot petrolero, de "probar reservas”. Es sencillo decirlo, pero muy complicado trasladar este propósito a la realidad. Porque para renovar las existencias del energético se precisan grandes inversiones.

Si bien Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) ha efectuado un importante esfuerzo de inversión, todavía no ha logrado descubrir grandes reservorios del energético que ayuden por lo menos a reponer las reservas que demandan el mercado interno y el cumplimiento de los contratos de compraventa con Brasil y Argentina.

El problema crece a medida que avanza el reloj, pues el actual contrato de compraventa con Brasil fenece en 2019 y se precisa establecer uno nuevo, tal vez por el mismo o un mayor volumen máximo –en la actualidad, de 32 millones de metros cúbicos al día-, para que los ingresos provenientes de estas exportaciones, que mantienen el gasto público, no disminuyan.

En el peor de los escenarios, ¿se puede llegar a la mesa de negociaciones sin el suficiente energético para vender al importante mercado del vecino país? No tendría sentido ninguna tratativa, lo cual ya ha sido sugerido por la prensa brasileña.

El optimismo es grande

Achá ha declarado que uno de los desafíos en su gestión es convertir a la petrolera estatal en un "actor principal en la actividad de exploración”.

En el mismo tono, ha asegurado que en cuanto a la industrialización "vamos a continuar con todos los proyectos que tenemos ya trazados; con el inicio de las operaciones comerciales de la planta Gran Chaco ‘Carlos Villegas Quiroga’ seguiremos el camino de consolidar a Bolivia como un país que garantice seguridad energética en la región”.

Según las cifras de la última certificación, se cuenta con 10,34 trillones de pies cúbicos (TCF, por sus siglas en inglés) de gas natural que, a un ritmo de consumo de 0,8 TCF al año, alcanzan para 13 años. ¿Cómo se garantizará el cumplimiento de un nuevo contrato de 20 años –hasta 2039- con ese volumen?

En la actualidad, se han activado 62 proyectos exploratorios que, según las previsiones optimistas del extinto presidente de YPFB, Carlos Villegas, representarían entre 18 a 20 TCF de reservas probadas.

Sin embargo, una de las principales limitaciones está vinculada a la falta de recursos humanos para garantizar el éxito de estos emprendimientos.

Se espera, en YPFB, que la caída de los precios internacionales derive también en el cierre de muchos prospectos petroleros y de gas y que, en consecuencia, haya más técnicos en el mercado, con los cuales se pueda alcanzar la mencionada meta de reservas probadas.

Sin embargo, de acuerdo con los expertos en hidrocarburos, además de una fuerte campaña exploratoria, se ha determinado que el actual esquema de los contratos, con migración a sociedades anónimas mixtas, es decir, con la participación de capitales públicos y privados, es viable para áreas exploratorias con grandes recursos o volúmenes, como los actuales megacampos, pero no así para prospectos de dimensión media o menor, que son los que, en su mayoría, componen la mayor proporción del potencial exploratorio del país.

Esto implica que el modelo para la exploración de nuevos campos no contribuye a incentivar las operaciones para descubrir nuevas reservas. O, en otras palabras, la política exploratoria está diseñada para los grandes yacimientos, pero no, paradójicamente, para aquellos que abundan en territorio nacional y que podrían aportar, si se suman sus producciones, a incrementar las reservas probadas.

¿Sobreproducción?

El cumplimiento de los compromisos, con el mercado interno y con los contratos con Brasil y Argentina, sin que se pruebe un volumen adecuado de reservas, ¿no ha llevado a una sobreexplotación de los megacampos existentes? Se han firmado nuevos contratos, pero el gas sale de los mismos pozos y no de nuevos descubrimientos declarados comerciales.

En la última entrevista que concedió Villegas a Inversión, dijo que no se sobreexplotaban los megacampos en actual producción y que en el país se ha logrado contar con mayores reservas probadas, de 3,4 TCF, en los últimos años.

También se refirió a la declinación natural de los campos.

"En el caso boliviano, estamos observando declinaciones en algunos campos; por ejemplo, el caso de San Alberto, que es un megacampo que está en territorio boliviano y que es la continuidad de la estructura Macueta, de Argentina,  que tiene una declinación tan importante en estos últimos 10 años que prácticamente el norte argentino dejó de ser productor de gas natural e incluso hubo invasión de agua”, explicó Villegas.

Pero además de tomar medidas contra la declinación natural de los yacimientos lo urgente es descubrir nuevos reservorios. Y una actividad exploratoria intensiva se logra, según los especialistas, con la aplicación de incentivos.

Es difícil que haya cambios en la política de nacionalización, aunque es posible establecer una adecuada estrategia de alicientes para los inversionistas. Por ahora, debido al bajo precio del petróleo, no se puede incentivar la exploración.

En consecuencia, Achá tiene los mismos problemas de Villegas, acaso agravados porque sigue a medida que transcurre el tiempo las reservas probadas se agotan más y más.

"En lo que es industrialización, vamos a continuar con todos los proyectos que tenemos ya trazados”, aseguró el nuevo presidente interino de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Guillermo Achá, luego de su designación, el jueves 5 de febrero.

Sin embargo, más allá de los proyectos de industrialización del gas natural boliviano, las inversiones en exploración son bajas en las cifras de la compañía estatal.

Si bien Achá anunció hace poco que este año será el de mayor reto en la historia de la estatal, pues se calcula una inversión de 1.430 millones de dólares en exploración y explotación, esta es apenas la octava parte de lo que según expertos se necesita invertir para probar las reservas probables de gas natural del país.

Entre 2009 y 2015, el Plan de Inversiones de YPFB tomó en cuenta la inversión de 804 millones de dólares en exploración, destinados a la perforación de 10 pozos exploratorios, de los cuales se esperaban resultados positivos en tres.

Para el periodo 2016-2026, este documento preveía la perforación de 30 pozos exploratorios, con el mismo margen de error. Es decir, de acuerdo con estas previsiones,  sólo 12 pozos se sumarán a la producción de gas natural entre 2009 y 2026 (17 años).

A pesar de los anuncios del fallecido presidente de YPFB, Carlos Villegas, sobre el impulso de a las inversiones en exploración y de un plan agresivo de atracción de inversiones, no se ha podido captar el interés de las grandes empresas petroleras.

En varias oportunidades, Villegas viajó a diferentes congresos y eventos internacionales del rubor de hidrocarburos a presentar las áreas con altas probabilidades de reservas de gas natural en el país.

Sin embargo, las inversiones no llegan de forma trascendente, al punto que YPFB Casa Matriz y sus subsidiarias han asumido el timón de la exploración, aunque con resultados modestos.

Según los mismos datos de la estatal YPFB, desde 2009 las reservas probadas de gas aumentaron de 9,95 trillones de pies cúbicos (TCF, por sus siglas en inglés) a apenas 10,45 TCF.

Ante el panorama mundial que se dibuja con la caída de los precios del petróleo, según manifestara en una reciente publicación la presidente de  la Cámara Boliviana de Hidrocarburos y Energía,  Claudia Cronembold,  el país "debiera responder con agilidad y con acciones que busquen generar  mayores volúmenes de exportación y por ende, mayores ingresos”.

Además, enfatizó que es necesario "alentar políticas que incentiven la atracción de capitales de riesgo para la exploración y, con ello, garantizar nuestras reservas de hidrocarburos”.

No se configura un panorama  fácil para la petrolera estatal, en momentos en que precisa contar con mayores reservas.

http://www.paginasiete.bo/inversion/2015/2/8/yacimientos-despues-villegas-46602.html

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