Jubilación: Quimera de los Desesperados

El Diario, 20 de Mayo de 2013

Por Clovis Díaz

Es posible que a largo plazo, la jubilación se convierta en una quimera para millones de trabajadores del Planeta o que cientos de miles no la obtengan jamás porque el límite de edad, cada vez más alto, conlleva riesgos de enfermedad y de muerte. Los vertiginosos cambios en la tecnología y en el campo de la economía podrían transformar radicalmente, como ya lo están haciendo el concepto de solidaridad social que beneficia a las personas

LA PAZ, (EL DIARIO).- El sistema de jubilación, a nivel mundial, está en crisis. Crisis que afecta a los asegurados; conmociona a las fuentes privadas y amenaza la estabilidad económica y social de los Estados.

Una marea humana, envejecida, transita por las grandes ciudades; inunda calles y avenidas de Europa, Estados Unidos y América Latina, exigiendo jubilación honrosa que le permita a una persona de la Tercera Edad sobrevivir algunos años más.

En nuestro país, la jubilación constituye una carga pesada para las empresas y para el Estado. Ambos sectores enfrentan crisis económicas y presiones políticas. Las crisis también castigan a los trabajadores, presa fácil del desempleo y de los bajos salarios, además de soportar los efectos negativos de una política demagógica que promete el cielo y la tierra.

LA GUERRA DEL “CIEN POR CIENTO”

El paro laboral de mayo 2013, de la Central Obrera Boliviana (COB), contra el gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS), para que la jubilación de los trabajadores alcance al "cien por ciento" de sus cotizaciones mensuales, podría ser el clarín de una posible etapa de convulsión y conflicto social.

La presencia de la COB empezó débil y poco a poco aglutinó a otros sectores laborales, hasta alcanzar la fuerza social y política que puso contra la pared al Gobierno y obligó al Ministerio de Economía a suplantar sus declaraciones sobre la exactitud matemática de las finanzas, por el discurso político, calificando a la jubilación con el 100 por ciento como "propuesta demagógica".

El ministro de Economía y Finanzas, Luis Arce Catacora, dijo el pasado domingo 13 de mayo, que el pedido de la COB de una jubilación, con el 100 por ciento del salario del trabajador, es una "propuesta demagógica" sin parangón en el resto del mundo.

INMOLACIÓN DEL MINERO PICACHURI

Empero, más allá de aquellas frases, retumba en la memoria ciudadana, el estruendo causado por la explosión de varias cargas de dinamita en abril 2004, cuando el minero desempleado Eustaquio Picachuri , de 47 años de edad, trabajador de la mina "La Salvadora", desesperado, se inmoló en la antesala del Palacio Legislativo, porque autoridades del Sistema de Pensiones y Seguros negaron cualquier posibilidad de que el minero recupere sus amortizaciones laborales de quince años entregados a la Corporación Minera de Bolivia. Ese dinero serviría, para “dar de comer a sus hijos”.

Han transcurrido nueve años de aquella inmolación y la lucha de los trabajadores por lograr su jubilación, esta vez, con el 100 por ciento de sus aportes continúa, pero en condiciones más delicadas.

En efecto, la inmensa masa social que había apoyado la elección del actual presidente de Bolivia ha cambiado su posición política, transformándose en una fuerza disidente que tal vez, ya comparta inquietudes afines con en el Instrumento Político de los Trabajadores (IPT); mientras que el gobierno del MAS, puesto contra la pared, juega en estas circunstancias no sólo la reelección del primer mandatario, sino estaría acelerando el final del ciclo de cambio, iniciado el año 2005, al rechazar la propuesta de la COB y de otros sectores laborales.

El Gobierno argumenta que es imposible una jubilación con el 100 por ciento, porque colapsaría el sistema de pensiones y muchos proyectos quedarían huérfanos de inversiones propiciadas por el Estado.

La protesta de la Central Obrera Boliviana y de grandes grupos sociales fue multitudinaria el lunes 14 de mayo 2013, casi tan agigantada como las expresiones de rechazo al gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada, en Octubre del 2013 y este es un punto a tomar en cuenta en el futuro inmediato.

LA “GENERACIÓN SANDWICH”

Aplastada entre las arrugadas paredes del antiguo sistema de pensiones y el fuerte muro levantado con el nuevo aporte individual que potencia a las AFPs, aún aguarda un milagro la "generación sándwich" o parte de ella, para acceder a la jubilación.

En abril de 1966, el gobierno de Sánchez de Lozada privatizó el sistema solidario de pensiones. En aquella época, el Gobierno calculó la existencia de por lo menos 70 mil personas cercanas a la "Generación Sándwich". Sólo un grupo reducido habría accedido a contratos con las AFPs.

Ciudadanos que no lograron hasta esa fecha una cotización mínima de 180 cotizaciones o que no alcanzaron la edad de 55 años como ocurrió con Eustaquio Picachuri, pese al Decreto 29194, que favorece a la "Generación Sándwich", todavía están en tinieblas, esperando una luz de solidaridad que ilumine a las autoridades del Estado.

EL SISTEMA SOLIDARIO

“En el sistema solidario de jubilación, era fundamental una cotización mínima de 180 cotizaciones; una edad de 55 años para los varones y 53 para las mujeres. Pero, ya por la década de los años 70 del pasado Siglo, vimos la posibilidad de que se hiciera un complemento de una renta del 100 por ciento como exige la COB”, dijo a EL DIARIO, Mamerto Goyochea, secretario ejecutivo de la Confederación Nacional de Jubilados y Rentistas de Bolivia.

En esos años, la Central Obrera Boliviana, la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia y federaciones sectoriales presentaron el proyecto del Fondo Complementario que aportaría a la Renta básica con un 40 por ciento, completando una renta del 100 por ciento. A más de dos décadas, en la actualidad vemos la preocupación de los trabajadores mineros y de otros sectores sociales, que exigen una jubilación del 100 por ciento. “Los compañeros mineros están pidiendo la Renta Solidaria en cantidades y es posible que esta Renta no sea sostenible en el tiempo”, agregó Goyochea.

El antiguo sistema de pensiones tenía hasta diciembre del año pasado, 117 mil 221 jubilados, cifra que va decreciendo con el paso del tiempo.

OTROS PROBLEMAS PARA LA JUBILACIÓN

En el largo, dramático y difícil proceso de jubilación, miles de postulantes al "salario de la Tercera Edad" deambulan por oficinas de la Administración Pública, en busca de viejas planillas y de certificados que testimonien su vida de trabajador a sueldo fijo.

Por casualidad o porque algún funcionario de Senasir, de la Caja Nacional de Salud o del CAS (Calificación de Años de Servicio), indica al solicitante que "vaya al sótano del antiguo Ministerio de Finanzas, a una cuadra de la plaza Murillo de la ciudad de La Paz, tal vez ahí le solucionen su caso".

SERVICIO DE CERTIFICACIÓN DE APORTES “SECA”

Efectivamente, en el sótano del antiguo Ministerio de Finanzas, tres metros bajo tierra, entre las calles Bolívar (Nº 688), e Indaburo, La Paz, existe un archivo de 12 mil 910 tomos que contiene planillas, boletas de pago y otros documentos rescatados del olvido, desde 1960 al año 2012. Si todos estos tomos serían colocados en sentido lineal, alcanzarían casi un kilómetro y medio de longitud.

El SECA es parte de la Memoria Institucional del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas, bajo la Dirección General de Asuntos Administrativos.

La documentación está reunida en el sistema de ordenamiento cronológico y numérico, almacenada en estanterías "mecano". Las series de este importante fondo documental corresponden a Comprobantes de Ejecución Presupuestaria C-31 y Planillas de Haberes.

El SECA facilita la Emisión de Certificación de Aportes y Haberes, Reposición de Obrados, Fotocopia de Planillas Legalizadas. Basta una solicitud escrita de los interesados.

El tráfico mensual de búsqueda documental es de 200 solicitudes aproximadamente, para el trámite de certificados de aportes y fotocopia legalizadas de planillas de haberes.

Desde la implementación del sistema en Julio de 2005 al año 2012, el SECA atendió 4 mil 91 solicitudes. El servicio que ofrece es a nivel departamental de La Paz.

Sin embargo, cuando hay solicitudes del interior del país, emite fotocopias legalizadas de planillas y certificados, como requisito indispensable para el trámite respectivo de jubilación. El interesado también puede delegar a un apoderado o seguir el proceso de búsqueda, por teléfono.

Esta importante dependencia sólo realiza trámites del sector público, dependiente del Estado y no de entidades autónomas, privadas o descentralizadas. La pesquisa puede extenderse máximo a 45 días.

TRES TIPOS DE CERTIFICACIÓN

El SECA elabora tres tipos de Certificación de aportes: a) Certificación de Aportes de Ahorro para la devolución de: Fondo de retiro del empleado público (FREP). Fondo de Vivienda (Fonvis), Caja mortuoria; b) Certificación de Aportes para Jubilación: Fondo complementario de la Administración Pública (Focap), Caja Nacional de seguro Social (C.N.S.S.), c) La Certificación de Aportes para el personal del Ministerio de Economía y Finanzas Publicas que trabajó en La Paz, planillas de haberes, sistematizadas y transcripción realizada desde las gestiones de enero de 1977 a julio de 2010.

Los archivos del SECA son investigados por el siguiente personal especializado y en la mayoría de casos, con más de una década de trabajo en la Institución: Antonieta Rodas, recepción de Solicitudes, Zulema Quispe Mamani, técnico revisor, Juan Edmundo Castro Garnica, técnico revisor, Julio Raya Flores, técnico revisor, Víctor Nilo Quijarro Flores, técnico revisor y Pastor Mamani Ojeda, supervisor-técnico revisor.

Este reducido equipo de siete personas se reúne diariamente para diseñar la búsqueda de documentos. Para ello cuentan con una "canchita", una página creada por ellos mismos, en la que se colocan los años, los meses, el nombre del solicitante y los resultados de la búsqueda. La "canchita", en principio llenada manualmente, conforme se busca en los volúmenes del archivo, sirve luego como documento para alimentar el Sistema SECA.

Para conocimiento del futuro jubilado, la recepción de todo trámite se realiza en la Biblioteca Económica Financiera del Ministerio de Economía y Finanzas Publicas, ubicada en la avenida Mariscal Santa Cruz casi esquina Calle Loayza Nº 1375, en las mañanas de horas 08.30 a 12.30 y en las tardes de 14.30 a 18.30.

EPÍLOGO

La jubilación, si bien transita de la calidad solidaria al concepto de ahorro individual, es un derecho inalienable de los trabajadores. No obstante, las tendencias sugieren que la jubilación, sea en Bolivia o en cualquier otra nación del mundo, está herida de muerte por los sustanciales cambios que suceden en el orden económico y social, factores influidos por el vertiginoso desarrollo de la tecnología que muchas veces, en la práctica, ignora lo que es solidaridad.

(clovisdiazf@gmail.com)

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