Gas natural en Brasil

Hugo del Granado Cossío

Página Siete/3 de octubre de 2014

En el sistema energético global Brasil tiene una posición envidiable, no sólo por el desarrollo de sus fuentes de biocombustibles, que abastecen el 15% del consumo del  transporte, y por su  gran potencial de energía hidroeléctrica, sino por los grandes descubrimientos de gas y petróleo en el Atlántico. Este es el resultado de una visión de largo plazo en búsqueda de seguridad energética.

Hasta finales de los años 70, los descubrimientos de gas y petróleo obtenidos por Brasil eran muy modestos y, por ello, estimularon la importación de Bolivia y/o de Argentina. Varios fueron los  factores que favorecieron a Bolivia para que se inicie, en 1999, la exportación de gas a Brasil.

Sin embargo, a partir del año 2006, cuando percibieron que la provisión del gas boliviano podía complicarse, optaron por la instalación de plantas regasificadoras de LNG. Hasta la fecha son tres plantas con una capacidad de 41 millones de metros cúbicos por día (MMM3/D).

En 2009, en ocasión de la inauguración de la primera de estas plantas, el presidente Lula,  en su discurso inaugural, calificó de álgidas las relaciones con Bolivia, a raíz de las críticas que hizo a Petrobras el presidente Morales, en mayo de 2006, en Viena.

Y decidieron convocar al Consejo Nacional de Política Energética, porque tan importante asunto "no podía depender del humor de nadie”. Todo indica que ese fue un punto de inflexión que impulsó a Petrobras a diversificar sus fuentes de suministro de gas natural.

Desde el año 2009 la producción de gas natural en Brasil  ha tenido un rápido incremento, especialmente de los flujos provenientes de los yacimientos Presal. La producción puesta en el mercado ha subido de 22 MMM3/d ese año hasta 44.5 MMM3/d el 2013.

Según Petrobras, la producción bruta de agosto de 2014 fue de 71 MMM3/D. A estos volúmenes se deben sumar los 16 MMM3/d de importaciones de LNG en los ocho primeros meses de este año. Esto significa que la importancia relativa del gas boliviano ha disminuido de un 50%, que era el año 2009, a la mitad este 2014.

Por el lado de la demanda, según ha proyectado la International Energy Agency (IEA), tendrá un crecimiento anual de 5,2%, hasta llegar a 246 MMM3/d el año 2035. Tres cuartas partes de este crecimiento provendrán de la generación eléctrica y de la industria. Este crecimiento está respaldado por 16,2 TCF’s de reservas probadas y 439 TCF’s de gas convencional recuperable de sus actuales yacimientos.

Sin embargo, la economía brasileña está atravesando por un momento difícil. De acuerdo a  datos oficiales, en el segundo trimestre de este año se contrajo un 0,6% y entró en una "recesión técnica”.

Pero este contexto no es nuevo, Brasil ha estado perdiendo su  ritmo de crecimiento desde el 2011, a raíz de las incertidumbres por el intervencionismo del Estado en la economía, a las que este año se sumarán otras por las elecciones presidenciales, el riesgo de racionamiento de energía eléctrica y la necesidad de ajustes, que deberían ser introducidos a partir de 2015.

El peligro de racionamiento de energía eléctrica es consecuencia de la aguda sequía que obliga a minimizar la generación hidroeléctrica en un esfuerzo por mantener los niveles de agua en sus represas.

La generación hidroeléctrica despachó un promedio de 40.500 MW en agosto, el nivel más bajo de generación hidro desde el año 2005.  Esta es la razón para que se hayan incrementado las importaciones de LNG y la generación termo haya alcanzado, el pasado mes de agosto, un récord de 15.599 MW.

Sin embargo, los precios son el mayor problema del gas. Según la IEA, en su WEO 2013, en promedio, el precio que paga la industria es superior al europeo y es cuatro veces más alto que en Estados Unidos. Esta es una poderosa  razón para que  los industriales brasileños hagan un estrecho seguimiento a la evolución de precios en México, y en Estados Unidos ejerzan presión sobre el gas importado.

En Brasil toda la cadena de valor del gas natural está dominada por Petrobras y si bien existe un proceso de apertura hacia un mercado más abierto, todo indica que será lento y gradual.

Actualmente, Petrobras es el único importador, tanto de gas como de LNG, tiene participación accionaria en 21 de las 27 distribuidoras regionales de gas, es el mayor consumidor y es  el mayor productor de hidrocarburos.

Estos datos serán indispensables a la hora de llevar adelante las negociaciones futuras entre Bolivia y Brasil para la elaboración de un nuevo contrato.

Hugo del Granado Cosio es experto en hidrocarburos.

http://www.paginasiete.bo/opinion/2014/10/3/natural-brasil-33946.html

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